Combinar no es facil. En la cocina, con los amigos o con tu pareja. Siempre habrá el factor sorpresa, que te impide un poco hacerlo, o el factor de disgusto.
En una relación, tiene que haber tratados o acuerdos, para poder darle gusto a los dos. Un ejemplo que puedo decir de mi caso, es que a el le gusta comer frente a la tv, y digo...a quien no? El problema es que a el le gusta comer SIEMPRE frente a la tv, y hablo de un régimen diario, donde la mesita de libros cubre la necesidad de mesa, y el sofá cama, el de silla. No es cómodo para mi, y no me gusta el hecho de que comamos frente a un televisor. A mi me gusta comer en la mesa(como a la mayoría de la gente normal), y punto. Entonces, viendo las necesidades y gustos de cada quien, decidimos que dos días de la semana (lunes y viernes), se comería en la sala, y los demás días en el comedor. No son intercambiables.
Y creo realmente que así es como funciona una relación amistosa o amorosa. Cediendo, aprendiendo y enseñando. Si ninguno cede, algún día va a tronar. Hay que quitarse ese orgullo y egoísmo que traemos dentro, por la (s) personas que queremos. No es fácil, pero tengo un pequeño truco: cuando me cuesta trabajo, recuerdo las veces que la persona ha cedido por mi (y si hay algo en lo que quiera que ceda mas adelante, también cuenta jaja) y pan comido :).
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